Diversos negocios locales llenan la calle 18 de Pilsen, desde restaurantes y tiendas de discos y regalos.
En 1425 W. 18th St., los estantes llegan hasta el techo de El Anticuario y están llenos de una amplia gama de artículos que incluyen ropa antigua, discos, cerámica artesanal y una colección de libros latinoamericanos.
Francisco Orozco, copropietario de la tienda, comenzó vendiendo antigüedades de muchos países diferentes cuando era solo un niño pequeño en México.
Orozco dejó la Ciudad de México hace 17 años y ahora se siente cansado de la retórica anti-inmigratoria utilizada por los políticos para describir a los inmigrantes como él.
“La gente está cansada y no es diferente a cualquiera de las elecciones pasadas que he visto aquí en este país. Siempre hablan despectivamente de otros países y de su gente”, Orozco dijo. “Las últimas elecciones han sido iguales, cada vez que hay algo en contra de los latinos en las elecciones es su propaganda”.
Los sentimientos de Orozco reflejan a muchos votantes latinos en Estados Unidos. En agosto de 2024, UnidosUS, una organización no partidista de derechos civiles y defensa de los latinos, informó en un estudio preelectoral que más de una cuarta parte de los votantes latinos no ven ni al Partido Demócrata ni al Republicano como un defensor de sus preocupaciones.
Esta desconexión pone de relieve un tema crítico en las próximas elecciones de 2024: inmigración, que ha sido un tema polarizador para ambos partidos.
La Vicepresidenta y candidata para la presidencia del Partido Demócrata Kamala Harris ha respaldado la reforma migratoria, incluyendo vías de ciudadanía para inmigrantes sin estatus legal y un proceso más rápido para las personas que viven en el país que llegaron cuando eran niños. Harris también ha esbozado un plan para ampliar las restricciones de acceso al asilo creadas por la administración Biden a principios de este verano.
El ex Presidente Donald Trump ha prometido deportaciones masivas, incluyendo el uso de la Guardia Nacional para deportar inmigrantes e invocar la Ley de Enemigos Extranjeros, una ley de 1798 que permite al presidente deportar a cualquier no ciudadano de un país con el que Estados Unidos está en guerra.
Al igual que otros votantes, Maryellen Mascio, residenta de Pilsen y votante por primera vez, siente que la retórica es hipócrita, especialmente por parte de los políticos.
“Los propios políticos tratan a los inmigrantes como si fueran monstruos y solo alguien que está invadiendo sus tierras, como si la gente que vino aquí no le robara la tierra a los nativos”, Macio dijo mientras vendía afuera de la tienda de regalos de su abuela en la calle 18 de Pilsen.
Las opiniones públicas sobre la inmigración también se han vuelto más conservadoras. Comparado con el 41% de los adultos estadounidenses hace un año, al 55% de los adultos les gustaría ver una disminución de la inmigración, un aumento que no se ha registrado desde 2005, reportado por un estudio de Gallup en julio.
De Medellín, Colombia, Adriana Cardona-Maguigad se mudó a Chicago en 2005. Como reportera de inmigración de Chicago para WBEZ, Cardona-Maguigad ha sido testigo de esta retórica a nivel nacional y local.
“No es sólo una palabra de moda que puedes usar en una campaña. La inmigración no es sólo un tema o arma que se puede usar para culpar cómo un problema por cada tema que está sucediendo”, Cardona-Maguigad dijo.
En una encuesta publicada en septiembre por KFF, una organización nacional sin fines de lucro, los resultados concluyeron que la mayoría del público ha escuchado o leído afirmaciones, incluidas afirmaciones falsas, sobre inmigrantes de funcionarios electos o candidatos como parte de la campaña. Casi el 80% ha escuchado declaraciones falsas de que los inmigrantes están “causando” un aumento en los delitos violentos en los Estados Unidos.
Del mismo modo, Sebastian Chiu, residente de Pilsen y estadounidense de primera generación, ha escuchado las mismas afirmaciones falsas. Su padre, que emigró de México, cruzó la frontera en busca de una vida mejor. Para Chiu, la retórica en torno a la inmigración se ha sentido “como una estrategia para reprimir a las masas”, él dijo. “Lees algo y tienes que investigarlo y ver si es real o no”.
La Profesora Asociada de la facultad de la Escuela de Comunicación y Cultura Gabriela Díaz de Sabatés dijo que el miedo que genera la retórica anti-inmigrante es lo que convence.
“Es una lucha de poder y muchas personas que se sienten muy marginadas o bastante impotentes pueden seguir ese tipo de discurso”, Díaz de Sabatés dijo. “Podemos ver que es extremadamente peligroso. Es decir, es realmente un ataque directo al país, a sus principios y a nuestra democracia”.
La difusión de la desinformación también juega con las opiniones anti-inmigrantes.
La fundadora y directora ejecutiva del Instituto de Democracia Digital de las Américas, Roberta Braga, encontró varias metanarrativas, que son tendencias o narrativas recicladas que afectan las opiniones de los inmigrantes.
“Es falsa la narrativa de que los inmigrantes son de alguna manera responsables del supuesto declive de Estados Unidos”, Braga dijo.
Braga también citó los usos del lenguaje emocional, incluida la falsa dicotomía que se presenta al público con dos opciones cuando hay más. Como la conversación política sobre inmigración son las vías legales contra la presencia de inmigrantes indocumentados, que ignora las realidades matizadas de los procesos de inmigración, las razones por las que las personas migran y los desafíos que enfrentan al navegar el sistema.
Roxanne Nava, directora ejecutiva del Centro Norte de Servicios Familiares Metropolitanos, dijo que siente que el sesgo de confirmación también juega un papel en la propagación del sentimiento anti-inmigrante.
“Al final del día, la gente va a buscar la información que quiere escuchar. Nos hemos convertido en una sociedad que realmente depende de que nuestra educación sea como tres minutos de tiempo en pantalla o un video”, Nava dijo.
Nava también dijo que es importante mostrar historias completas de los inmigrantes como personas más allá del proceso de inmigración.
Pero la política de inmigración sigue siendo un discurso en todo el país e incluso en Chicago.
Además de todas las preguntas mencionadas, otra cuestión es el lado opuesto de cómo partes de la comunidad latina, no sólo en Chicago sino a nivel nacional, sienten que el gobierno podría estar priorizando a los inmigrantes latinos recién llegados en lugar de a sus propios ciudadanos latinos establecidos.
En abril, la petición del Alcalde Brandon Johnson por $50 millones adicionales para los solicitantes de asilo fue aprobada por el consejo de la ciudad, habiendo ya presupuestado la ciudad $150 millones para el año.
Esto ha dejado a muchos cuestionando las prioridades y motivaciones de los políticos
en la ciudad. Cardona-Maguigad habló de la importancia de esta conversación.
“La gente no entiende por qué se ha prestado tanta atención a los inmigrantes mientras que a los residentes de toda la vida han sido descuidados, y creo que es importante cuestionar cosas como esa de manera respetuosa”, dijo Maguigad.
Debido a estas decisiones, muchos afirman que ha habido más hostilidad no sólo hacia los solicitantes de asilo, sino hacia los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos en general, como explicó Vanessa Cárdenas de Americas Voice. “Ahora estamos viendo ataques a inmigrantes legales, como hemos visto en las últimas semanas en Ohio con la comunidad haitiana, que, por cierto, la mayoría de los haitianos que viven en esa comunidad tienen TPS, que es un estatus legal”, dijo Cárdenas.
Aunque la retórica contra los inmigrantes ha sido un problema a lo largo de las elecciones, algunos sienten que la solución va más allá de las palabras.
“No se trata sólo del idioma, se trata de comprender las diferentes formas en que vives tu vida y cómo diferentes personas viven vidas muy diferentes”, Díaz de Sabatés dijo.
English Digest:
Co-owner of El Anticuario on 18th St. in Pilsen, Francisco Orozco, voices concerns about anti-immigrant rhetoric in politics, reflecting a broader discontent among Latino voters who feel unrepresented by both major parties. UnidosUS, a Latino civil rights and advocacy nonpartisan organization, reported in an August pre-election poll study that more than a quarter of Latino voters do not see either Democratic or Republican party as a champion of their concerns.
As the 2024 elections approach, immigration remains a polarizing topic, with candidates like Kamala Harris advocating for reform while Donald Trump promotes mass deportations.
Public sentiment has shifted to a more conservative stance on immigration, driven by misinformation and fear as compared to 41% of American adults a year ago, 55% of adults would like to see a decline in immigration, an increase not recorded since 2005, reported by a Gallup study in July.
Several other residents spoke on the issues within the Latino community regarding the prioritization of new immigrants over established residents, raising questions about political motivations and community needs. Some said they hope the nuances of the immigration debate receive coverage, including positive narratives that promote understanding as the election season continues.
English digest by Araceli Ramirez
Copy edited by Doreen Abril Albuerne-Rodriguez